Érase una vez una granja donde vivían
muchos animales y había entre ellos una oveja y un gallo. Un día encontraron, entre las
pertenencias de la oveja, una foto de una oveja sin lana. Se armó un gran escándalo en la granja,
todos comentaban, pero el gallo se alarmó más que todos. Convocó a una reunión en el granero y
exigió la expulsión de la oveja, con el fin de preservar la moral y las buenas
costumbres. Algunos se opusieron,
pero el gallo cantaba fuerte. La
oveja tuvo que abandonar la granja.
Lo que nadie sabía era que la jaula del gallo tenía las paredes forradas
con cientos de fotos de gallinas sin plumas.
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